jueves, abril 05, 2007

Malditos call centers

La semana pasada, mi novia llegó hasta la puerta del call center donde trabajaba, y ahí mismo le dijeron que se le había mandado una carta documento en la cuál se le informaba que la empresa prescindía de sus servicios. Se habían cumplido los famosos "tres meses de prueba" amparados por la ley, al cabo de los cuáles te pueden poner un voleo y echarte a la calle sin ninguna explicación. Claro está que ella había firmado como empleada permanente.


Los call centers, esas supuestas "mecas" donde te ofrecen trabajar pocas horas, con un buen sueldo y con un ambiente de trabajo distendido, han florecido al amparo de la revolución tecnológica y de las perversas leyes laborales de los '90. Su lógica es tan ridícula, que un tipo en Alemania puede llamar a Argentina para que le atienda un peruano que simula ser estadounidense y te hable en inglés, y todo porque el tipo "no puede conectarse a internet".





La realidad es que el call center es un trabajo estresante y psicológicamente demandante, donde están presentes normas de comportamiento y trato a los clientes dignas de los peores regímenes totalitarios de las novelas de ciencia ficción. Para ilustrar todo esto, recomiendo leer estas dos muy buenas notas de SimplexIT y del suplemento Radar de Página/12.


La debilidad estratégica de la industria del call center (SimplexIT).
No quiero ser del head-set (Página/12).

Y el infaltable aporte de The Simpsons: un muy divertido video acerca del outsourcing en la India:


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