miércoles, agosto 29, 2007

¿Quién me da una mano?

Allá lejos y hace tiempo, digamos siglos XVIII y XIX, la masturbación era considerada una enfermedad. Para prevenir que el pajarito se escapase de la jaula, se crearon unos extraños aparatos como el de la foto, que vendrían a ser la versión masculina de los cinturones de castidad. ¿No les causa dolor de sólo mirarlo?

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